Antonio Aradilla presenta su obra “Episodios Anticlericales”

Antonio Aradilla presenta su obra “Episodios Anticlericales”

YO SOY ANTICLERICAL

Antonio Aradilla, autor de “Episodios Anticlericales” nos explica en detalles los fundamentos de su obra. ¿Qué se entiende por “anticlericalismo”?

libro episodios anticlericales

He sido, soy y seré anticlerical de por vida, y además “por la gracia de Dios” y no por imposición o conveniencia alguna. Soy anticlerical y a tal convicción responde la publicación de mi último libro titulado EPISODIOS ANTICLERICALES, editado por AUTOGRAFÍA, con sus 276 páginas. Aseguro de paso, que su edición y confección convencerán a posibles lectores, con la esperanza  de que esos serán muchos y con los mejores deseos  de ilustrarse  en temas de tanta importancia  en la vida social y religiosa. (Acabo de leer con desconcertante sorpresa que “cuatro de cada diez españoles se declaran ateos o no creyentes”)

– ¿Pero qué es eso de clérigo y, clerecía, con sus correspondientes  “anti”, prefijo que significa “oposición”, ”lucha “ y “contra”?

– El diccionario de la RAE, con objetividad, acierto y mesura, se limita a registrar y exponer  el sentido  y contenido  de los términos relacionados con el tema,  con alusión  docta y precisa a sus etimologías: “Anticlerical”,  contrario  al clericalismo, “Clericalismo”: nombre que suele darse  a la influencia excesiva del clero  en los asuntos políticos. “Clérigo”:  el que ha recibido las órdenes sagradas.  En la Edad Media, “clérigo” era   el hombre letrado, y de estudios escolásticos, aunque no tuviera órdenes sagradas, en oposición al indocto y especialmente al que no sabía latín.  “Clerigalla”, “cleriquicia”, “clerofobia” o “clerofilia”, y otros términos completan a la perfección  e inteligiblemente   la dimensión y profundidad del  clericalismo y de su “anti”.

-¿Pero acaso la Iglesia no es de por sí, por su propia naturaleza   e identidad, cien por cien clerical?

– Ni lo es ni lo será.  Y menos en la desbordada y sedienta proporción de poder con la que es, ejerce y confiesa ser, hasta esgrimiendo para ello cánones y preceptos “probatorios”, con amenazas de condenas en esta vida y en la otra, contra quien, o quienes, opinan lo contrario o se abstengan de opinar…

-Y como referencia pastoral y teológica, ¿qué opina sobre ello el papa Francisco?

-Opina y lamenta con su adoctrinamiento  y ejemplos , aunque intentando obviar  no pocas y aún explicables  dificultades de conservador de toda la vida,  que  el clericalismo de la Iglesia por parte de obispos, arzobispos, cardenales y curas,  es una de las calamidades  que le causan a la Iglesia  mayores y más nefastas consecuencias…El parco  porcentaje  que significa el clero- monjas y monjes en diversidad de versiones-  en la Iglesia, ha conseguido  hacerla a su medida  y en consonancia  con sus intereses, no solo espirituales, sino de administración  de sus bienes,  prescindiendo de la intervención activa, personal y colectiva  del pueblo de Dios -laicos y laicas- , que son amplia mayoría  en la Iglesia que ideara Jesús, que es la única digna de ser catalogada  como católica. La Iglesia, menos ritual más humana y “divina” a la vez, es su verdadero esquema y razón de ser, y en tal tarea-ministerio es imprescindible, tanto o más que la jerarquía, la presencia activa del pueblo.. Con acento y autoridad mexicana se nos acaba de desvelar el sueño de una relevante autoridad eclesiástica y “franciscana”,  de que la ceremonia, aun con su forzada guarnición de argumentos, no significará nada de por sí  substantivamente religioso .La humanidad, el sentido común, la infinita capacidad  de acogida,  las  satisfactorias respuestas  a tantas preguntas formuladas dentro y fuera de la Iglesia, la adoración de Dios en el servicio al prójimo…, serán factores indispensables en la concepción de toda idea religiosa,  foco y referencia  de salvación y de vida, con la libertad y sin los  temores que estorban, obstaculizan  e impiden el desarrollo personal  y colectivo de la institución  y de quienes la componen, como en el  caso, de la Iglesia .

– ¿El anticlericalismo es, por tanto, un pecado, o es una virtud ,con necesidad de ser predicada  y  difundida como un don de Dios y con las debidas garantías espirituales?

– El anticlericalismo es una virtud.” Anticlerical” es calificación felizmente religiosa y con legítimas aspiraciones a ser indulgenciada.

-Pero, por fin, hablemos ya de su libro…

– Recorro mi vida “religiosa” y la de mis colegas  -ellos y ellas- , me limito a comentar  algunas de las situaciones en las que, tanto personal como colectivamente, nos vimos obligados a participar  e integrar a veces, acontecimientos religiosos, es decir, eminentemente clericales, a  los que tal condición – la clerical-  daba la impresión de elevarse hasta el infinito, sobre todo teniendo en cuenta el grado y número de la jerarquía que celebra o con-celebra, en terminología  litúrgica, o para- litúrgica.

En mi recorrido- “Vía Crucis”, como llaman otros- me percato del empeño indefinidamente clerical, inasequible, lejano, misterioso y sin el Dios que es y responde al nombre de Jesús, ideado y encarnado por miembros de la jerarquía a lo largo  y ancho de la historia, y con sagrados votos de anti-democracia,  y añoranzas de la Edad Media  en la que los doctos -doctos  eran santamente  los clérigos, y todos los demás, con eminente inclusión de las mujeres,  siervos y siervas, siempre y más ante el altar  y sus alrededores…

– ¿Pero un libro -otro más-, que a no pocos podrá ocasionarles escándalo, es decir “hecho o dicho considerados contrarios a la moral social, y que producen indignación, desprecio o habladurías maliciosas”?

– De escándalos, nada . El verdadero escándalo con todas sus connotaciones morales, es el encuadernado en ornamentos sagrados, ricos y feudales, con el que intentan adoctrinar a los “fieles” en relación con una Iglesia ante cuya imagen y no pocas obras pasará Jesús sin reconocerla…Lo que resulta, y es ciertamente escandaloso, es la incultura, y más la programada como “religiosa”, sin olisquear el Evangelio, o confundiendo este con cuanto huela a incienso. La Iglesia es Evangelio.  Y este jamás es opresor. Es liberador.  Es signo –“santo y seña”- de libertad y acogida. Pero la Iglesia-no la de los laicos, sino la representativamente jerárquica,  y “escandalizable”- , irrumpió impunemente   en ámbitos también civiles , con toda clase de argumentos divinos y humanos y, con consentimiento o sin él,  bautizó y rebautizó  casi todo  a su nombre, en algunas  ocasiones  con la mejor y más salvadora de las intenciones,  pero en la mayoría, a favor de su propio provecho y el de los suyos, “dignidad” y  “mando”, por lo que el anticlericalismo  es antídoto  con el que pueden y deben sanarse  no pocos males….

EPISODIOS ANTICLERICALES, de la editorial AUTOGRAFÍA , se prestará a no pocas discusiones. Si a estas se les llama y se las ejercitan como “diálogo”, será lo justo y lo que se ha pretendido con la publicación de este libro.  El pueblo-pueblo lo es, sobre todo gracias a que les es posible opinar a todos y a cada uno de   sus miembros. Y su palabra, con acento de varón o de mujer, es “palabra de Dios”, lo mismo que lo es la de su jerarquía , que hasta el presente era ,y sigue siendo,  el único VERBO que podía pronunciarse con plenas  garantías eclesiásticas.

El papa Francisco acaba de recodarlo una vez más: “La Iglesia es casa , su casa. ¡Que a ninguno se le deje fuera de ella!”

 

MENOS “COPE” Y MÁS EVANGELIO.

A propósito de la entrevista concedida por el papa Francisco a la Cope , y de mi anterior comentario, creo que serán de utilidad estas nuevas consideraciones.  Y es que la proclamación de que la Cope no es “la” Iglesia, sino “de” la Iglesia, ni está, ni estará de más recordarlo. La Cope es una empresa de comunicación cuyo titulare es nada menos que la Conferencia Episcopal Española -CEE- , pero cuya voz no es por eso,  ni la única ni la principal  “palabra de Dios” , por “oficial” que así se nos sea presentada , con el asentimiento mayoritario de los obispos  y teólogos. Consecuentemente, con la aquiescencia del AMÉN  de los fieles  católicos, apostólicos y, si se quiere, hasta “romanos”.

Pido ya, de antemano y con anticipación, las correspondientes disculpas por la personalización de la que haga uso en el desarrollo del tema. Su explicación responde a la vivencia por uno mismo, la  disponibilidad de la  documentación con que cuento y el consciente olvido y “perdonanza” hacia quienes fueron sus “ejecutores” , con la convicción de que “eran otros tiempos” y casi-casi “otra” Iglesia.

La Cope es la Cope y ya está.  Al igual que tantas otras empresas, los arraigos y justificación del negocio son los resultados crematísticos para asegurar su pervivencia y más, sin que el Evangelio como tal  tenga que ser argumento  plenamente teológico  de la institución. Y que conste que sí, que es una “empresa” y de “comunicación, lo que quiere decir que precisa de oyentes que la hagan atractiva para el mantenimiento y crecimiento de la publicidad por parte de las firmas  y agencias comerciales   habituales y  otras posibles , siempre dentro de un orden..

Y con este leve y consabido introito , refiero que, como sacerdote y periodista, soy escritor –“escribidor”-de libros,  de entre cuyos copiosos  títulos  destaco aquí y ahora, los siguientes: “ Subalternos de Dios”; “Gozo y liturgia de la santa misa”; “ David, hoy”; “Santos sin retablo”; “ La oración de todas las noticias”; “Cartas a la novia”; “La oración de hoy”; “ Impacto”(meditaciones para militantes);  “Concilio y vida cristiana”,”; “Cartas provocadoras al papa” (Juan Pablo II); “Proceso a los Tribunales Eclesiásticos”; “Divorciarse (por la Iglesia) en España: mercado negro y corrupción”;  “Matrimonios rotos”;” Sí a la co-educación”; “  Divorcio 1974”; “Mujer creciente, ¿pareja menguante?”,” Sí, mujer”;, “ NO a la Iglesia del Amén “; ”Iglesia 2001” (a. 1976) “Los otros malos tratos”;” Francisco :el papa reformador”; ”La mujer y la Iglesia”; “  La Iglesia que se acaba”;  La Iglesia, piedra de escándalo”;  “Dios es buena gente”…Por ahora, a estos hay que añadir los nuevos títulos “Episodios anticlericales” y “Las catedrales son del pueblo”, …

Pues “en jamás de los jamases”, es decir nunca, fui requerido por la Cope, en su versión nacional, diocesana y aún comarcal, para intervenir en coloquios o tertulias sobre temas de tanta y apasionante actualidad cívica, social y religiosa sobre los temas referidos.  (Hubo una sola excepción y esta fue la llamada  de María Teresa Campos, colaboradora entonces de la Cope, a José María Íñigo y a un servidor, cuyas firmas habían coincidido en los libros de turismo “La Ruta de la Plata: Camino Mozárabe” y “Madrid en “metro”, (Gracias).

He de reseñar que, esto no obstante,  y cuando canónicamente  yo  fui declarado “suspenso a divinis” , por haber publicado en el semanario “Sábado Gráfico” un reportaje, la cadena de la Iglesia   hizo volar por sus ondas la noticia, con mucha y mayor generosidad que cuando,  “estudiado el caso , la Curia madrileña, llegó a la conclusión de que yo me había limitado solo a informar de lo que otros -el grupo de teólogos no “copistas”, habían celebrado y con-celebrado  en la parroquia de la Ciudad Universitaria, con ocasión de una ceremonia religiosa, por lo que se devolvían las licencias”.

Por supuesto que, dado el interés “religioso” de los temas de mis libros, fui la convocado con asiduidad a tertulias “radiofónicas” en la SER, RNE,  TVE,  Radio Juventud, Radio Peninsular, Radiocadena Española,  Radio España, La” Inter”, Onda Cero, Radio Callao,  La Voz de Madrid, Radio Sindical y su cadena…

Aquí y ahora, despatronalizado de la Cope y sus alrededores, como otros colegas, bajo la sigla de RD -Religión Digital-  comandada raternalmente por José Manuel Vidal y Jesús Bastante, a la  sombra  conciliar del Vaticano II, podemos colocar nuestras firmas  sin temor a “suspensión” alguna, en sus columnas diarias, además  con especiales y fervientes bendiciones y aliento esperanzador  del mismo papa Francisco. Esto no obstante, y en tiempos recientemente “rouconianos”, -que todavía perduran-, determinadas -la mayoría- de las Comisiones de la CEE.  tenían terminantemente prohibido efectuar declaraciones a los “informadores religiosos” de RD. , “por el bien de la Iglesia”, es decir, no de la de todos, sino  de la suya propia. De esta   el Cardenal sigue siendo, y actuando de alguna manera, como  su representante, desde su mansión palaciega, con todos los gastos pagados por la “X” y la celebración de las colectas  especiales del  “Domingo -día del Señor-,y  día de la Iglesia Diocesana”.

¿Hasta cuándo seguirán así las cosas eclesiástico-curiales, cuya VOZ    la Cope , no es “la “, Iglesia, sino” de “la Iglesia, cada día, y para desgracia de todos,   más menguante y en decadencia?

¿Qué es eso de la “Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social “ de la CEE., de la que depende la Cope,? De su actual presidente, “malas” lenguas – que normalmente son las mejor informadas-, refieren que su nombramiento respondió fundamentalmente a una especie de compensación canónica que había que otorgársele al obispo-arzobispo de Cartagena-Murcia, a cuenta del comportamiento trolero que tuvo al ponerse primero en la fila de los  convocados a vacunarse, saltándose ,”por ser Vos quien sois”, la lista y normas establecidos para  el  el resto del común de los mortales.

¿Pero algo sabrá o habrá practicado como profesional de la comunicación religiosa y de la otra?. Nada de nada. Obispo-arzobispo y ya está. Lo demás, Dios proveerá. ¿Y cuál ha sido, y es , la reacción del personal profesional -informadores religiosos-a su cargo? Además, del Amén, cuidar por encima de todo, la administración de silencios y de las “malas” noticias que difunda “la prensa impía y blasfema “, acerca de casos, que desgraciadamente no son pocos y además todos, o la mayoría, bien documentados.  Centenares de micrófonos de la Cope al servicio de un presidente cuyo título es tan precario profesionalmente ,en unos tiempos en los que cada micrófono es bastante más que un púlpito.

Y así nos va, como nos va. La Cope no hace Iglesia. Cerró y cierra seminarios y noviciados y conventos, templos, parroquias y colegios “religiosos”.  A la Cope como empresa podrá irle bien, en el mejor de los casos. Pero como marco, idea, espejo y signo -sacramento- de Iglesia, no le va tan bien, sino todo lo contrario. Los “pontífices” de la Cope -clérigos o seglares – no muestran ser expertos en “comunicación, religiosa” – COMUNIÓN -, tal y como “mandan los cánones”, aunque no el Derecho Canónico, sino el EVANGELIO.

El papa Francisco no está de acuerdo con la Iglesia presentada, encarnada, predicada y vivida  por la mayoría de los obispos de España, de los que la Cope es exactamente su voz y su púlpito .Y, por favor, que no nos digan que la Cope está abierta a todo y a todos, con inclusión de los partidos políticos, siglas y colores.

Tal aseveración constituiría una -otra más- mentira, pecado del que   hay que confesarse, con la incomodidad añadida de   encontrar un cura, “rara avis”, en el esquema actual de la sacramentalidad de la Iglesia.

 

Puedes encontrar más información sobre el libro y el autor en este enlace:

Episodios Anticlericales – Antonio Aradillas

 

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