Biografía

Elena Fransoy Sanz

Elena Fransoy Sanz

(Barcelona, 1990)

 

Nací un nueve de diciembre en una familia medio maña medio mallorquina. Supongo que, de ahí la tozudez, el atrevimiento y el amor al mar. Si pienso en mi infancia, sonrío. Recuerdo los veranos de bicicleta y helados. Los fines de semana con el mejor equipo de cuatro y las noches de los viernes en esa cama de mis abuelos que se metía en la pared cómo si nunca hubiera existido.

De mi infancia conservo muchas cosas. Aunque, seguramente, perdí otras muchas por el camino. Sigo sonriendo. Y riendo, mucho. Sigo comiendo helados y las bicicletas vuelvo a tenerlas muy cerca. Sigo siendo muy tozuda. Quizá demasiado. Y no me gusta perderme nada de mi alrededor. Debería empezar a entender que eso no es posible. Además de ser algo horrorosamente agobiante. Entiendo que es algo que compras cuando eres periodista.

No me gusta ser impuntual, aunque pocas veces llego a la hora. Me gusta el sol, sobre todo el de invierno. El mar y la música en directo. Esa que escuchas de repente por la calle y te obliga a parar. Nunca quiero comer demasiado, aunque cada vez que lo digo, vacío la despensa.

Nunca diré que no a un vermut al sol. A una pizza o a una buena tortilla de patatas, de esas que bailan. Tampoco a la Nutella. Aunque tenga que comerla a cucharadas.

Me gusta estar rodeada de los míos. Y el silencio que se produce cuando solo se escuchan las risas. A veces, cuando va unido, es mi señal de que todo va bien. Tengo miedo a que eso cambie. Y que un día, ellos no estén.

No recuerdo cuando empecé a escribir. Creo que siempre me he encontrado cómoda ahí. Entre las teclas y el tabulador. Quizá esa manía de no dejar conversaciones pendientes para poder pasar página es la que hace que estemos aquí. Entre letras, tabuladores y páginas llenas de historias.

Libros de Elena Fransoy Sanz

Balcones, golosinas y cajas de cartón

A veces, las historias son ficticias. De esas que no te afectan ni te tocan de cerca. Otras veces, en

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