El Pintor de Primaveras es mi segunda novela.
La sociedad actual es compleja, normalmente opaca, donde sólo
permitimos que trasciendan aquellas imágenes, que muestran una realidad paralela, normalmente mucho más dichosa que la conformada en la mundanidad de cada día.
Pero a veces, alguien nos sorprende, se escapa de lo habitual, agita nuestro entorno y surgen preguntas, dudas y te planteas la dudosa
existencia tediosa. Entonces aparecen comportamientos que escapan
a la regla y sacuden a la sociedad. Salen a la luz conceptos olvidados
en el túnel del tiempo y esos valores se presentan actualizados, vigorosos y de repente todo cambia. Es un segundo despertar a algo distinto, capaz de modelar la vida de las personas, de hacerlas mejores, capacitarlas de una felicidad no fingida, más realista.
Pero no todo el mundo está de acuerdo y existen engranajes que
pretenden que nada cambie, que sigamos siendo ovejas sin apartarnos del camino.
Esa lucha está presente y esta novela sólo es una guerra más en esa batalla.