El autor, Flor de lis (seudónimo), proviene de una familia de clase alta de hacendados y bodegueros venida a menos. En su faceta profesional ha pasado por todos los estamentos sociales, puesto que durante un cuarto de siglo ha sido empresario de éxito; también ha sufrido de las consecuencias del fracaso, llegando a trabajar un año como vigilante de seguridad privada titulado; ya a la madurez, ha desarrollado la carrera profesional de abogado de pobres, lo que le ha permitido conocer en profundidad el mundo de la delincuencia y de los marginados sociales. En lo personal es un hombre que se aproxima peligrosamente a sexagenario, con sobrepeso, divorciado, con un ejemplar hijo ya mayor de edad y, probablemente, con algún que otro vástago extramatrimonial, menor de edad, no reconocido y sin posesión de estado, como muchos de ustedes.