Me despierto cada día preguntándole a la vida como vivirla de la mejor manera.
Y la vida como respuesta, me regala ilustraciones nacidas de la introspección y la necesidad de reconocerme en ellas.
Ilustraciones sobre el Amor mío y ajeno. Ilustraciones sobre mi propia experiencia como cazadora de creencias
deseosa de trascenderlas y volver a ser una con el Misterio.
No he sido madre, nunca “me vino bien” y volviendo la vista atrás, hacia aquellos años en que vivía completamente
dormida y secuestrada por mis creencias y patrones, me pregunto si hubiese sido capaz de evitar transferirle entre
besos y abrazos toda esa información a mi descendencia. Evidentemente no.
Y aquí estoy, convertida en una exploradora decidida a vivir una vida disfrutona