Hoy tenemos el placer de presentaros una obra que no dejará a nadie indiferente: «Una última mirada» de Urki. Este libro nos sumerge en una narración profundamente personal y emotiva, donde el autor nos lleva de la mano a través de las sombras de su vida, luchas internas, y la constante búsqueda de un rayo de esperanza. A lo largo de sus páginas, Urki nos enfrenta a la cruda realidad del sufrimiento, la depresión, y la autoaceptación, todo ello con una sinceridad desgarradora. Un viaje literario que invita a la reflexión, a la empatía, y, sobre todo, a mirar más allá de las apariencias para descubrir el verdadero valor de la vida. En esta entrevista, conoceremos más sobre el autor y su proceso creativo, su inspiración, y lo que espera transmitir a través de su obra.
15 Preguntas para el Autor
- ¿Qué te inspiró a escribir «Una última mirada»?
Todo empezó como un experimento. Quise contar mi propia historia para limpiar mis propios males. Necesitaba sacar mis pesadillas, y fue lo que me empujó a crear esta obra. Creo que tenía bastante que contar y que podía servir a alguien que esté sufriendo algo parecido.
Esta es la primera entrega de una trilogía que tengo planeado para poder sacar a luz las complicaciones vividas en los últimos años. Tengo muchos temas para contar, y acá quise centrarme en la depresión, el dolor y la muerte.
- ¿Cómo fue el proceso de revivir y plasmar en palabras las experiencias tan personales y dolorosas que describes en el libro?
No voy a mentir. Admito que fue un proceso muy complicado. Tuve que hacer mucho trabajo psicológico para poder afrontar cada vivencia de nuevo. Mucha introspección, mucha aceptación, mucho autocontrol… intenté ser lo más honesto posible con cada segundo vivido en esta pesadilla, y creo que pude plasmarlo de forma bastante explícita y real. Hubo altibajos en el proceso, y tuve que tomar varios descansos de tiempo, ya que mis ojos no dejaron de llorar en ningún momento. Pero es lo que buscaba, sacar todo el dolor que llevaba en mi mente, así que es lo que tocaba.
- El tema de la depresión y el sufrimiento es central en tu obra. ¿Cómo has manejado estos sentimientos durante la escritura?
Llevo muchos años luchando contra la depresión, y esta obra ha sido una terapia muy valiosa. También me di cuenta de donde pueden venir tantos trastornos y complicaciones que llevo hoy conmigo. El haber estado en el psiquiátrico mientras escribía el primer borrador fue fundamental para poder continuar con el proyecto, ya que de lo contrario habría tirado la toalla seguramente. No fue agradable volver a revivir tantos momentos de sufrimiento, pero me ayudó a hacerme más fuerte.
- ¿Cuál es el mensaje principal que esperas que los lectores se lleven después de leer tu libro?
Que los trastornos son una enfermedad muy complicada, y que somos capaces de llevarnos a extremos sin darnos ni cuenta. Que deberíamos ser más cautos cuando hablamos de alguien, en como juzgamos sin saber. También me gustaría que quede claro que la vida es genial y vale la pena luchar por ella, y que hay que buscar las alternativas que tenemos a mano para superar las trabas que nos llegan. Todos somos iguales, los pies nos llegan al suelo.
- En tu opinión, ¿cuál es el papel de la literatura en la lucha contra temas tan serios como la salud mental?
Por desgracia sigue siendo un tema tabú, y creo que es uno de los mejores espacios para poder hablar libremente sobre ella. Cada vivencia es distinta, y todos tenemos mucho que aportar. Se habla muy mal sobre la salud mental, pero se esconden muchas verdades. Espero que sea un tema que vaya cogiendo más espacio y se hable más sobre vivencias reales
- ¿Qué importancia tuvo para ti el apoyo de tus seres queridos durante el proceso de escritura?
Fue curioso, pero todo empezó como en secreto. Mis primeras letras fueron en ingles para guardarlas escondidas y contar de esa forma mí historia. Luego tuve un pequeño empujón de dos personas muy importantes en mi vida, y eso fue fundamental para seguir con la creación del libro. Así que, tuvieron mucho peso en todo el proceso, sin la confianza mostrada por ellos yo no habría empezado con esto. Fueron importantes en darme el valor que yo me suelo quitar.
- ¿Crees que escribir «Una última mirada» ha cambiado tu perspectiva sobre la vida?
Totalmente. Cuando empecé este trabajo, estaba obsesionado con la muerte y el dolor. En esos momentos era lo único con lo que me alimentaba para seguir adelante. Detestaba vivir, y solo seguía por los que tenía al lado. Pero hoy veo las cosas de otra forma muy distintas. Estoy contento de estar vivo, y tengo mucho respeto por la vida, además. Tal vez no tuve un camino fácil, pero eso también me ayudó a ser quien soy hoy. No todo es malo ni negativo, hay que aprender a encontrar lo bueno también.
- ¿Hay algún pasaje en particular del libro que consideres el más difícil de escribir?
Hay dos en realidad. Lost whispers y Psycho dead. El primero es el reflejo del día que pedí ayuda a la familia después de un ejercicio de autolesiones. En ella queda claro que los recuerdos que guardo sobre mi madre fueron fundamentales para darle la oportunidad a la vida. Es tal como viví ese momento “mágico”. El segundo capitulo en cambio es el recuerdo de mi primer intento de suicidio. Un momento muy complicado que es muy difícil de olvidar, y que siempre quedará guardado en el recuerdo. Estas dos partes fueron especialmente complejas.
- ¿Cómo influyó tu entorno en la construcción de la narrativa de «Una última mirada»?
No quise involucrar a nadie directamente en la narrativa, y eso fue una especie de freno, pero al mismo tiempo sentí mucha libertad de ser sincero con todo lo vivido. No sé, fue un proceso extraño, pero me ayudó a crecer como escritor.
- ¿Qué consejo le darías a alguien que esté pasando por situaciones similares a las que describes en tu libro?
Creo que lo más importante es saber que no estamos solos. Por suerte hay ayuda, y animaría a cualquiera a dar el paso de pedir esa ayuda necesaria. También animaría a que contara su caso, ya que puede ser muy valioso para inspirar a muchas personas. Y por supuesto, la cabeza alta, ya que no somos menos que nadie. Todo es pasajero, ya que son momentos complicados que se pueden superar.
- ¿Cuáles fueron tus influencias literarias o filosóficas al momento de escribir esta obra?
Una de mis grandes influencias viene de la música. Soy muy fan de Alice Cooper y de sus discos conceptuales, y fue fundamental conocer sus trabajos a la hora de crear este mundo que pude sacar de mi cabeza. Siguiendo con influencias musicales, el grupo Lacrimosa también tiene mucho peso sobre mis trabajos. Su líder Tilo Wolff tiene un estilo único de poesía oscura, y me ayuda mucho en buscar diferentes formas de contar las cosas. Y, para terminar, el cineasta Marian Dora y sus películas tan extremas también me ayudaron mucho a crear ese mundo tan turbio en mi cabeza.
- ¿Cómo decidiste el estilo y la estructura narrativa del libro?
El estilo lo tenía muy claro, ya que quería ser muy honesto con lo vivido, y para ello había que ser lo más crudo posible. En cuanto a la historia, ha sido recrear lo vivido en los últimos seis años y darle una nueva forma para que todo fuera fácil para contar y para entender. El capitulo inicial fue para darle más visión y profundidad a lo que vendría a continuación, para que los lectores pudieran conocer más sobre el caso, y mostrar las complicaciones desde la infancia.
- ¿Qué significan para ti las metáforas y símbolos recurrentes en tu obra, como el fuego interior y la oscuridad?
Me gusta utilizar las metáforas para poder transmitir el sufrimiento de otra forma un poco más “filosófica”. Creo que le dan un toque más profesional. No lo sé, a mí me gusta “abusar” de ellas, me hace pensar que soy más culto jajaja
- ¿Hay algún autor o libro que haya sido fundamental para ti durante tu carrera como escritor?
Curiosamente, nunca he sido mucho de leer, hasta que mi prima me recomendó un autor que me hizo ver la genialidad en la lectura. Albert Espinosa tiene un estilo único que me llegó muy a dentro. El libro Diario de un trasplantado también me enseño el valor del ser humano y la capacidad de superación que uno puede tener. Realmente hay lectura que me hizo creer en la vida de nuevo.
- ¿Cómo ha sido la recepción de «Una última mirada» entre tus lectores y cómo te ha afectado esa retroalimentación?
Pues todos los que han leído han tenido la misma reacción. Como dicen, es una historia muy oscura y complicada para leer, pero al mismo tiempo abre la visión sobre las calamidades de la vida. La mayoría terminan diciendo que quisieran darme un abrazo. También quedan bastante tranquilos con la última parte de la obra y el último mensaje positivo. Lo que más me gusta es que no deja a nadie indiferente, y eso me parece que es todo un logro teniendo en cuenta que es mi primer trabajo.