La historia detrás del relato

La historia detrás del relato

Relatos Caseros fue un concurso convocado por la Editorial Autografía a inicios de año, con el tema “La Casa” por ser ésta el espacio donde fundamentalmente se desarrolló nuestra vida durante la pandemia del Coronavírus.  De los más de 100 relatos que recibimos, 15 son los que constituyen el ebook que se puede descargar aqui: https://drive.google.com/drive/u/0/folders/1gnjQxV7bXrilpuNSufXW8txUZC66d1ZT?usp=sharing, y que en breve estará disponible en formato físico en nuestra página web.

A lo largo del proceso de la publicación del libro fuimos conociendo los autores que lo escribieron y algunas curiosidades que esconden sus relatos. Una en particular nos llamó la atención, es la historia de Marta Enrique, autora del cuento “De cómo una casa dejó de serlo”. Empieza de la siguiente manera:

“Erase una vez una casa. Una casa no muy grande, con una pequeña terraza, habitaciones con ojos que miraban horizontes, una cocina con papel pintado de flores que tenia olores aún por descubrir, un salón con enseres disponibles y casi sin historia…”

Aunque la casa no tenía historia, Marta sí que la tiene, y la vamos a compartir con vosotros:

“Soy Marta Enrique Gómez. Nací el 3 de abril de 1974 en un pueblo de Ciudad Real, Manzanares. Estudié Trabajo Social en Cuenca. Casi recién terminada la carrera, empecé a trabajar como monitora de actividades en una residencia de ancianos  donde permanecí casi seis años. He formado parte también de un programa de garantía social de “auxiliar de ayuda a domicilio” como docente, dirigido a adolescentes. Una vez terminado mi trabajo allí, empecé en Teleasistencia domiciliaria atendiendo a personas mayores y realizando visitas dentro de la entidad de Cruz Roja Española.  Hasta hace un año, he formado parte del equipo de tratamiento en el Centro Penitenciario de Herrera de La Mancha, colaborando, entre otras funciones, con la psicóloga del mismo, en un grupo de agresores de violencia de género.
Paralelamente y durante ese periodo, he impartido charlas en la Universidad Autónoma de Madrid en la facultad de medicina, dentro de enfermería, sobre cuidados paliativos. Una parte importante de mi vida, y que ha marcado mi trayectoria personal y por supuesto, la pasión por compartir mis escritos y emociones, ha sido la enfermedad y muerte de mi única hija, Andrea, con doce años de edad, de leucemia. A partir de ahí, (diría que de una forma más intensa) la escritura me ha servido como tabla de salvación, y de vía de escape a un sin fin de emociones que las circunstancias me han regalado.
El relato que os envié, sobre la fontana de Trevi, es real. El cáncer, “visitó” su cuerpo, la primera vez, cuando solo tenía 5 años, y para poder sobrellevar la situación, la imaginación, los cuentos, relatos y aventuras, estaban a la orden del día, y la historia de la Fontana de Trevi, fue un juego que inventé para que Andrea tuviese la oportunidad de viajar a aquella fuente y pedir un deseo sin salir de la habitación (la enfermedad debutó en el año 2010 y cuando creíamos que ya estaba más que “quieta” volvió a sentarse frente a ella con 11 años-2016, falleciendo en septiembre de 2017).
A partir de ahí, he tenido que encontrar el sentido de mi vida, porque sin duda, ella lo era y os diría que lo es. ¡Mi trabajo en la cárcel fue muy enriquecedor porque me enseño que la libertad en un regalo, y con el confinamiento, nos ha quedado claro a cada uno de nosotros! Las colaboraciones con la Universidad de Madrid y Castilla León en dos congresos sobre la gestión del duelo, son, junto con la escritura, mi particular manera de compartir mi experiencia y gestionar el duelo de una forma productiva.
El que llegase a mis manos vuestro concurso, ha sido para mí otra “señal” más de mi pequeña, que os aseguro que no se separa de mí y que no la veo, ¡pero la siento!
La foto que os adjunto, es de un acto en memoria de los niños que ya no están “por aquí” que organizó una maravillosa asociación de Ciudad Real, que cuida de los padres y de los niños que viven estas circunstancias.
Actualmente y antes del confinamiento, estaba impartiendo un par de acciones formativas en dos localidades de Ciudad Real, tras haber obtenido el certificado de docencia para la formación para el empleo.
 También colaboro de forma esporádica, en la revista Siembra, publicación municipal, dónde en un par de artículos, he hablado sobre el concepto de “resiliencia” y en un número “dedicado” al COVID19, el artículo lo titulé “La otra pandemia, EL DUELO”. A raíz de la entrevista para la televisión local de mi pueblo, sobre vuestro concurso, colaboro semanalmente, con una sección.
¡De nuevo agradeceros esta iniciativa y trasladaros mi emoción, por haber quedado finalista porque, para mí, es muy especial, ya que, un trozo de mi hija, está en ese relato!”
“De cómo una casa dejó de serlo” es un bonito homenaje a Andrea, del cual el equipo de la Editorial Autografía tiene orgullo de hacer parte.

#YoMeQuedoEnCasa y… ¡aprovecho para escribir!

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Un pensamiento sobre La historia detrás del relato

  1. Precioso relato,no sabia que escribías.Enhorabuena Marta,envidio tu fé y tu fuerza. Un beso fuerte

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