Description
Mi libertadora, estupefacta, me evaluó con su mirad . No daba crédito a mi desgarbado aspecto. Calló durante un buen rato mientras escrutaba mis primeros pasos. Advirtió mi lento y torpe caminar, el movimiento espasmódico de mis patitas delanteras, mis ácidas antenas, mis desiguales alas, mi ridículo conocimiento del mundo abejil y, sobre todo, la ingenua sonrisa con la que me ofrecía al mundo exterior. Le parecí decepcionante, pero indefensa y entrañable.